sábado, 28 de enero de 2012

EL REGRESO DE SHERLOCK HOLMES

     La literatura, ese arte de escribir que nos ofrece la posibilidad de sumergirnos en mundos que no conocimos o de vivir en primera persona aventuras extraordinarias, nos da un buen ejemplo de personajes fugaces que disfrutaron de su momento de éxito y no volvieron jamás, pero también de personajes que periódicamente regresan con más fuerza de la que fueron concebidos por sus autores. Una prueba de esto es el caso de Sherlock Holmes, el perspicaz detective creado por Sir Arthur Conan Doyle. 
     En estos días podemos ver la segunda parte de sus aventuras en el cine, en la piel de Robert Downey Jr. (Sherlock Holmes) y Jude Law (Dr. John Watson), veremos desfilar por la gran pantalla a varios de los personajes creados en su día por Doyle, son los casos de Irene Adler, Mycroft Holmes ó el profesor James Moriarty, entre otros. 
Benedict Cumberbatch y Martin Freeman (Holmes y Watson) en TV
     Por otro lado, la televisión nos proporciona una versión mucho más futurista, actualizada al siglo XXI, de los casos del genial detective. Producida por la BBC, la podemos seguir en Antena 3. 
     Al hilo de este resurgimiento, la revista "Historia y vida" del mes pasado venía acompañada de un, a priori, interesante libro. Se trata de "La ciencia de Sherlock Holmes" (Ed. Planeta, 2010), de la historiadora y articulista de "The New York Times" E. J. Wagner, que lleva por subtitulo "Los secretos forenses de los casos más famosos de la historia". Por sus páginas se entremezclan crímenes reales y ficticios del siglo XIX, como la desaparición del doctor George Parkman, el asesino de esposas Kenneth Barlow o el famosísimo Jack el Destripador, todo ello acompañado por las técnicas científicas usadas en la época y que serían la base de los más modernos CSI. 
     Para los amantes del misterio y el crimen ó los fans de Sherlock Holmes, que se cuentan por millones en todo el mundo, es un momento que no deben desaprovechar, antes de que nuestro personaje regrese a su estudio del 221 B de Baker Street a reponerse de sus intensas peripecias, bajo cuidado de la Sra. Hudson. Todo ello durante un breve lapso de tiempo, pues, como los lectores de Doyle ya saben, la inactividad no beneficia a Sherlock, cuya mente no soporta pasar períodos sin desentrañar complejos misterios, extrayendo rápidas deducciones de pistas que a los no iniciados les resultarían complicadísimas, pero para él son elementales, querido Watson

jueves, 19 de enero de 2012

ANÉCDOTAS HISTÓRICAS

"Carlos V" por Jan Cornelisz Vermeyen (1530)
     Leyendo esta mañana una revista de Historia de esas que os recomendaba el año pasado, hacían mención al emperador Carlos I de España y V de Alemania, nieto de los Reyes Católicos e hijo de Juana la Loca, y a uno de sus más llamativos defectos físicos, consecuencia de la genética. 
     Es sabido que entre los monarcas de la familia de los Habsburgo se producía una deformidad conocida como "labio Habsburgo", consistente en un labio inferior exagerado y grueso, acompañado de una enorme mandíbula que sobresalía demasiado. Era una herencia de familia, debido a la cual, Carlos V no podía cerrar bien la boca, pues no le encajaba correctamente. 
Carlos V en Mühlberg. Tiziano (1548)
     Esta peculiar característica de los reyes de la dinastía de los Austrias dio lugar a curiosas anécdotas. En el caso del emperador, como recogen las crónicas y algún que otro "malicioso" historiador como Juan Eslava Galán en su "Historia de España contada para escépticos" (1995), durante una visita a Aragón, un hidalgo le dijo: "Majestad, cerrad la boca, que las moscas de este reino son traviesas y no entienden de rango". 
     Desconocemos la reacción de un personaje tan aristocrático como Carlos V, dueño de medio mundo conocido, ante tal insolencia. Pero, a buen seguro, este desdichado hidalgo desconocía las leyes de la genética, él y todos los eruditos de su tiempo. 

domingo, 15 de enero de 2012

RECOMENDACIÓN BIBLIOGRÁFICA (V)

     Esta semana me ocurrió algo curioso, comparando la sociedad anterior y posterior a la industrialización y a la Revolución Francesa, mencioné que en mis tiempos de estudiante universitario me llamaba la atención como todas las antiguas ventanas de madera de la Facultad de Filosofía y Letras estaban grabadas con nombres de enfermos que pasaron por el lugar entre el siglo XVIII y los años 60 del siglo XX, cuando el edificio era conocido como Hospital del Cardenal Salazar u Hospital de Agudos. 
     A raíz de este comentario, para probar mis afirmaciones llevé a clase  el libro "Córdoba Misteriosa. Guía Secreta" (Ed. Almuzara, 2010). En él aparecen fotografías del edificio, pues tradicionalmente se ha considerado como una casa encantada. Lo que en principio parecía una simple curiosidad por ver una fotografía llamativa, terminó convirtiéndose en media clase de lectura de un episodio del mencionado libro. Debo añadir que, con notable éxito. 
     Por ello, para todos aquellos que os interesen los casos parapsicológicos, el tema de casas encantadas, los enigmas, las apariciones fantasmales, etc., os puede resultar un libro curioso para adentraos en estas historias, teniendo como referencia los casos de ese tipo producidos en la ciudad en la que vivimos.  

Dominicales y fantasmales saludos. 

miércoles, 11 de enero de 2012

¡CUMPLEAÑOS FELIZ!

     Hoy estamos de celebración. Se cumple un año desde que comencé la aventura de abrir el blog. ¡Gracias a tod@s por vuestra participación! Esperemos cumplir muchos más. 

martes, 10 de enero de 2012

¡ADIÓS VACACIONES!

     La publicidad antigua miente. Yo no estoy bien en el cole, con lo a gustito que se estaba de vacaciones, no me importaría que me dieran una semana más. ¡Ja, ja, ja!

jueves, 5 de enero de 2012

LA HISTORIA DE LOS REYES MAGOS

"Los Reyes Magos". Iglesia de San Apolinar el Nuevo (Rávena). Siglo VI
     Hoy 5 de enero, como es tradicional en nuestro país, los Tres Reyes Magos acudirán a cada una de nuestras casas. Como tantas otras costumbres, el origen está en la Historia y en las diversas transformaciones e interpretaciones que se hicieron durante siglos.
     En el evangelio de San Mateo se hace mención a unos visitantes, calificados como "magos", que guiados por una estrella acuden buscando al "rey de los judíos" que acababa de nacer, ofreciéndole tres regalos, oro, incienso y mirra. Es en los "evangelios apócrifos", no reconocidos por la Iglesia católica, en los que aparecen más datos sobre estos extraños visitantes. En cuanto a sus nombres, la primera vez que se mencionan es en el mosaico de la iglesia de San Apolinar el Nuevo de Rávena (Italia) en el siglo VI. 
     Posteriormente, durante la Edad Media, la leyenda de los 3 Reyes Magos se irá consolidando, haciéndolos oriundos de Europa, Asia y África, curiosamente, los tres únicos continentes conocidos hasta entonces. Pero el simbolismo que ocultan los magos de Oriente no termina ahí, si nos fijamos en las representaciones que se hacen de los magos, como la que acompaña a esta entrada, veremos que no hay un rey de raza negra, porque los Reyes Magos representaban las tres edades del hombre, así podemos observar un rey anciano de barbas blancas, un adulto de barbas negras y un joven imberbe. No será hasta finales de la Edad Media, a lo largo del siglo XV, cuando se generalice la existencia del rey negro.
     Los regalos que portaban también guardan un importante simbolismo, el oro representaba la realeza, el incienso a la divinidad y la mirra al hombre y su sufrimiento. Cada elemento representaba una parte de las naturalezas del recién nacido. Quizá por esto, tradicionalmente en las coronas de los reyes aparece el dorado metal, el incienso se quema en los lugares sagrados o al paso de imágenes religiosas y la mirra mezclada con vino se le ofreció a Jesús al ser crucificado, a modo de anestésico para aliviar el dolor, como era tradicional hacer con los moribundos o los condenados a muerte.
Relicario de los Tres Reyes Magos. Catedral de Colonia (Alemania)
     Por otro lado, unida a la tradición escrita u oral sobre los magos, también se conservan sus supuestas reliquias en la Catedral de Colonia (Alemania). Dichos restos fueron traídos por el emperador Federico I Barbarroja desde Milán en 1164. La tradición cuenta que tras la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás encontró a los magos, los bautizó, convirtiéndolos en obispos. En la segunda mitad del siglo I fueron martirizados y sus cuerpos depositados en el mismo sarcófago. Sus restos se llevaron a Constantinopla por Santa Elena, madre del emperador romano Constantino I. Desde allí fueron a parar a Milán y luego a Colonia donde se les construyó uno de los relicarios de mayor tamaño conocidos entre los siglos XII y XIII.
     Tal y como podemos ver, una vez más se nos hace difícil distinguir la delgada línea entre la realidad y la ficción, que cada persona decida. Lo único que nos queda esperar es que los Reyes Magos sean buenos con nosotros esta noche.