jueves, 21 de noviembre de 2013

EL OBISPO INSEPULTO DE JAÉN

Fachada de la Catedral de Jaén
     481 años son demasiados, que se lo digan si no al obispo Don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce. Todo ese lapso de tiempo pasó su cuerpo momificado, en un arcón de la Catedral de Jaén, hasta recibir su definitiva sepultura. El prelado, conocido por haber sufragado numerosas obras arquitectónicas, fue obispo de Mondoñedo y Lugo, Inquisidor General por orden de Isabel la Católica, y finalmente obispo de Jaén en el año 1500. En tan olivarera ciudad desarrolló la mayor parte de su labor pastoral, falleciendo allí el 5 de noviembre de 1520. 
     Tras su deceso fue inhumado en la Capilla Mayor de la catedral de la ciudad, tal y como era su deseo. Pero las cosas nunca salen como uno quiere y menos cuando se está muerto, por eso en el transcurso de unas obras realizadas un siglo después (1635), su cuerpo fue exhumado para reposar provisionalmente en la sacristía. Concluidas las mismas, comenzó el lento peregrinar de Don Alonso en su particular búsqueda del descanso eterno, pues dio principio una disputa entre el Cabildo de la catedral y los descendientes del prelado. Unos querían enterrarlo en el coro del edificio, junto con sus antecesores  en el cargo ya difuntos, y los otros querían respetar su última voluntad y que continuase en el lugar que había elegido en vida. El acuerdo final fue que la familia del finado obispo presentaría una ofrenda anual, cuando fuera aceptada Don Alonso tornaría a reposar a su sitio predilecto.
Foto tomada al obispo
     Entre pitos y flautas pasaron casi cuatro siglos, ya lo dice el refrán castellano: "las cosas de palacio, van despacio", aunque en este caso se trate de palacio episcopal. Pero además, en esos cuatro largos siglos, Don Alonso se convirtió en un difunto célebre, siendo visitado por variedad de personas, desde reyes, milicianos en la guerra civil o la misma Carmen Polo, esposa del dictador Francisco Franco. Por fin, el 13 de mayo de 2001, sus restos mortales momificados recibieron cristiana sepultura en la Capilla Mayor. Descanse en paz, al fin, Su Ilustrísima.