Escena del huevo en un grabado de William Hogarth (Siglo XVIII) |
Muchas anécdotas, curiosidades y enigmas sobrevuelan la figura de un personaje histórico tan notable como Cristóbal Colón, descubridor (para unos) ó "encontrador" (para otros) de América. Siendo una de las figuras que más contribuyeron a cambiar el mundo de su tiempo y configurar una forma de vida que trazaría los siglos venideros, de él se desconoce a ciencia cierta su origen, su actuación anterior a ser descubridor con sus tejemanejes reales en la Corte de los Reyes Católicos, e incluso tras fallecer, su lugar exacto de enterramiento.
Pero el motivo de traer a colación al descubridor-encontrador, permítaseme la expresión, es la conocida como anécdota del huevo de Colón. Cuentan que tras realizar su travesía marítima, de regreso a los andurriales castellanos, en el transcurso de una comida con ciertos nobles, status que el mismo Colón había alcanzando tras el descubrimiento, al convertirse en Almirante de la Mar Océana, en virtud de las "Capitulaciones de Santa Fe" (1492) suscritas con Isabel y Fernando, un noble le espetó a Colón que si él no hubiera encontrado las Indias otro cualquiera lo habría hecho. Este comentario debió de escocer al navegante, de manera que tomó un huevo cocido y retó a los presentes a ponerlo de pie sobre la mesa. Obviamente, ninguno fue capaz de conseguirlo, de forma que al llegar el turno al Almirante, tomó el huevo y tras un pequeño golpe contra la mesa, el huevo permaneció en posición vertical, ante el asombro de los presentes.
El Huevo de Colón (Sevilla) de Zurab Tsereteli (1995) |
Visto lo visto, todos debieron de comprender que don Cristóbal era todo un personaje y que las metas, grandes o pequeñas, parecen más fáciles de conseguir una vez alcanzadas. Aunque la anécdota se hizo tan inmortal, que incluso un monumento en Sevilla y una canción de la Orquesta Mondragón, rememoran este hecho.