Esta mañana hablábamos de una famosa fotografía de los últimos zares de Rusia, se trata de la que tenéis junto a estas líneas.
A principios del siglo XX, el Imperio Ruso contaba con una tradición de siglos. El zar gobernaba el país de forma autocrática, comparable a un rey absoluto de los siglos XVII ó XVIII. En 1861 se había liberado a los siervos, algo que en Europa occidental no existía desde hacía más de un siglo aproximadamente. La economía rusa empezaba a desarrollarse gracias al dinero que invertían en el país las empresas extranjeras.
Nicolás II (1868 - 1918) se casó con Alejandra de Hesse-Darmstadt (1872 - 1918), una princesa alemana, nieta de la Reina Victoria I, a la que ya conocemos. Después de la revolución de febrero de 1917 el zar abdicó, siendo confinado junto a la zarina, el zarévich (heredero) y las 4 grandes duquesas en un palacio a las afueras de la capital, San Petersburgo. Posteriormente, fueron enviados por orden del gobierno provisional de Kerenski a Tobolsk en Siberia.
Cuando triunfó la Revolución bolchevique en octubre de 1917, la situación del zar se tornó más inestable. Vivía en Ekaterimburgo, donde una vez iniciada la Guerra Civil Rusa (1918 - 1921) y ante el riesgo que suponía la posibilidad de que la familia imperial fuera liberada y restaurada en el trono, el Soviet de los Urales planeó el asesinato de todos ellos. Consultaron con Moscú y fueron autorizados para llevar a cabo el plan.
Olga, María, Nicolás II, zarina Alejandra, Anastasia, Alexis (zarévich) y Tatiana |
Los detalles del suceso aún hoy resultan escalofriantes. Con la excusa de hacerles una fotografía antes de trasladarlos a otro lugar, fueron bajados al sótano de la Casa Ipátiev, allí, Yákov Yurovski disparó a bocajarro al zar y a la zarina, unos soldados ejecutaron a las hijas del zar, que hubieron de ser rematadas, pues entre sus corpiños llevaban escondidas las joyas de la familia que amortiguaron las balas. Junto con ellos perecieron varios sirvientes, un médico e incluso la mascota del niño.
Los cuerpos fueron quemados y escondidos en una mina. En 1979 comenzaron a buscarse, una década después se localizó el lugar y no fue hasta 1991 cuando se exhumaron los cuerpos. Una vez más, complicados análisis de ADN ayudaron a resolver el misterio. En la actualidad, la familia imperial reposa en la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo, junto a los restos de todos los zares de Rusia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario