Recreación de un asesinato de Jack el Destripador |
Tal día como hoy de hace 126 años se iniciaba uno de los casos policiales, probablemente, más enigmáticos de la Historia. En el populoso distrito de Whitechapel en Londres, una serie de asesinatos conmocionarían a la ciudad, desatarían la histeria colectiva y marcarían el inicio del misterioso mito del asesino en serie apodado como Jack el Destripador.
El contexto en el que se produjeron los crímenes es de sobra conocido, la Inglaterra industrial acumulaba extensas bolsas de pobreza y marginalidad en las grandes ciudades, donde sus habitantes malvivían en unas condiciones miserables en las que el abuso del alcohol y la prostitución eran una constante para evadirse de las penosas condiciones de vida y un complemento económico fraguado contra las paredes de oscuros callejones que prolongaba la lánguida subsistencia familiar.
Es fácil imaginar que nada positivo podía extraerse de lo que podríamos calificar como submundo, en el que la violencia y los asesinatos eran algo frecuente.
Es así como el 31 de agosto de 1888, sobre las 3'30 - 4 de la madrugada, el carretero Charles Cross y su compañero Robert Paul descubrían en Buck's Row (hoy calle Durward) el cadáver de Mary Ann Nichols, prostituta de 43 años de edad, dando aviso al policía John Neil de tan macabro hallazgo. El cuerpo presentaba la garganta seccionada y una profunda herida en la parte inferior del abdomen. Involuntariamente, la señora Nichols se convirtió en la primera víctima atribuida a Jack el Destripador, asesino cuya identidad jamás ha sido revelada. Posteriormente la seguirían Annie Chapman, Elisabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly, entre septiembre y noviembre de 1888.
Las muertes violentas en la zona siguieron produciéndose, pero estas cinco chicas se consideran las cinco víctimas canónicas. El cese de las muertes, de la misma misteriosa forma en la que se iniciaron, contribuyó a alimentar el mito del asesino en serie, a la par que amplió el abanico de sospechosos. Desde entonces muchas hipótesis se han barajado sobre la identidad del culpable, desde actores, carniceros, médicos, pintores, pasando hasta por miembros de la realeza, pero son todo teorías que, a día de hoy, continúan alimentando la incertidumbre sobre quién se escondía tras los asesinatos.
Pero eso sí, si usted visita Londres, podrá recorrer los puntos donde se produjeron dichas muertes, pues son un interesante reclamo turístico.