sábado, 31 de marzo de 2012

EL "M.A.S.H." ESPAÑOL

     Esta semana leía una curiosa noticia en los periódicos. Durante la "Guerra Fría" (1945 - 1991) varios choques armados enfrentaron a los dos sistemas económico - políticos del momento, por un lado el bloque representado por los Estados Unidos y los países de Europa occidental y, por el otro, el representado por la URSS y los países de Europa oriental. Uno de los lugares donde esa tensión internacional se hizo más palpable fue el conflicto entre Vietnam del Norte (comunista) y Vietnam del Sur (capitalista), apoyados respectivamente por los bloques de países con los que compartían afinidades e ideologías. 
     En el marco de ese enfrentamiento se produjeron historias muy curiosas, una de ellas es la que aparecía mencionada esta semana en prensa y que ya recuperara Javier Sardá en su programa "Dutifri". Durante el citado conflicto (1964 - 1975), en virtud de los acuerdos que tenía España con los Estados Unidos, Franco se vio obligado, a petición del presidente Lyndon B. Johnson (sucesor de Kennedy tras su asesinato), a enviar tropas al sudeste asiático para tomar, relativamente, parte en las acciones militares que se desarrollaban allí. 
     Pero Franco no estaba por la labor de participar de forma activa en una guerra con los Estados Unidos, de manera que envió una misión médica militar secreta. Los médicos y enfermeros se ofrecieron de forma voluntaria sin saber muy bien dónde iban, había quien especulaba con que terminarían en el Sáhara español, más tarde se darían cuenta que iban al otro extremo del mundo, donde permanecieron, por turnos, durante 5 años hasta que fueron replegados. La noticia completa puede leerse aquí.
Militares de la misión española en Vietnam posan en su hospital
     Los supervivientes de aquella misión entrevistados guardan buen recuerdo de aquella aventura, bautizada por los medios de comunicación como el "M.A.S.H." (siglas de "Mobile Army Surgical Hospital") español debido a una película de 1970 y a la posterior y famosa serie americana de tv de los años 80 donde, de forma muy irónica, se contaba la peripecia de unos médicos del ejército americano en la "Guerra de Corea" (1950 - 1953). 

jueves, 29 de marzo de 2012

domingo, 25 de marzo de 2012

ELECCIONES ANDALUZAS

     Desde la creación de la autonomía andaluza y las primeras elecciones democráticas a la Junta de Andalucía en 1982, un único partido político ha gobernando nuestra comunidad. Hoy, nuevamente estamos convocados a elegir a nuestros representantes en el Parlamento andaluz. 
     A tenor de lo que dicen las encuestas, todo apunta a que se producirá un vuelco electoral, un hecho que promete ser histórico (y polémico) por la situación de crisis económica que nos azota y porque puede poner fin al gobierno monocolor de 30 años.  
     Permaneceremos atentos a una jornada crucial. 

P.D.: En días como hoy me acuerdo del amigo "Isidoro". Como dicen los taurinos: "Que Dios reparta suerte". 

lunes, 19 de marzo de 2012

¡¡¡VIVA LA PEPA!!!

Oratorio de San Felipe Neri (Cádiz), lugar donde se reunían los diputados.
     En una ciudad bimilenaria, cosmopolita, con sabor a mar y fuertes vínculos comerciales, hace hoy 200 años, cercados por las tropas francesas de Napoleón Bonaparte, los representantes de los españoles de ambos hemisferios aprobaron, desde su disparidad de ideas (absolutistas y liberales), la primera constitución de la Historia de España. 
     De esta constitución saldrían muchas más, pero el hecho de dar el paso y redactar las leyes fundamentales de la nación estando rodeados del enemigo francés, bien merece un homenaje.
"La promulgación de la Constitución de 1812", Salvador Viniegra.

sábado, 17 de marzo de 2012

UNA DE JULIO ROMERO DE TORRES

     Queda poco para la Semana Santa, una de las fiestas más típicas de nuestra tierra para unos, y una semana de merecido descanso para otros. En esta obra de nuestro paisano y destacado pintor Julio Romero de Torres, titulada "La Saeta" (1918), podemos ver de fondo cómo era esta fiesta tan tradicional en Andalucía y nuestra ciudad en otro tiempo, además de una alegoría dedicada a esa forma de cante - oración. 

domingo, 11 de marzo de 2012

LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS

"Los últimos de Filipinas"
     Entre las curiosidades que nos legó el "desastre del 98" también figuran algunas expresiones que se hicieron populares en el lenguaje, como ejemplo tenemos la consabida "más se perdió en Cuba", que incluso se ha utilizado recientemente para bautizar un programa de televisión de una conocida y polémica cadena. Otra de las expresiones que se hicieron populares entre las gentes de la época fue la de ser "los últimos de Filipinas", empleada cuando alguien llega con retraso a algún tipo de cita o evento. El origen de dicha sentencia es bastante curioso. 
Iglesia de Baler
     Sabido es que las islas Filipinas pertenecían al imperio español desde el siglo XVI y que se independizaron de la metrópoli en 1898 junto con los últimos restos (Cuba y Puerto Rico) del ya mermado y vetusto imperio español. En el pequeño pueblo de Baler, situado en la isla de Luzón, estaba acampado un destacamento del ejército español cuando se produjo el inicio de la guerra hispano - norteamericana, la sublevación de los insurrectos filipinos y la posterior derrota española a manos estadounidenses, pero de ninguno de esos hechos tuvieron noticias. Únicamente se vieron rodeados por los filipinos, que les enviaban notas conminándoles a rendirse y anunciándoles su derrota. Ante esto y no creyendo al enemigo, decidieron fortificar y refugiarse en la iglesia de la población donde resistieron un asedio de 337 días, entre julio de 1898 y junio de 1899. 
Saturnino Martín Cerezo
     Durante ese período, se trató en repetidas ocasiones de convencer a los sitiados de la derrota y rendición de España, se les envió prensa sobre el avance del conflicto bélico, las autoridades españolas de Manila les enviaron misivas instando a su rendición, dos franciscanos capturados por los filipinos lo intentaron en balde, incluso los americanos enviaron una cañonera para tratar de lograr la rendición, y nada. En mayo de 1899, el teniente coronel Aguilar trató, una vez más, de acabar con la resistencia de aquellos bravos militares. Todos los esfuerzos fueron inútiles debido a lo aguerrido del teniente Saturnino Martín Cerezo, al mando del destacamento tras el fallecimiento de sus inmediatos superiores, y que pensaba que todos los intentos para deponer las armas eran ardides del enemigo. 
Ejemplar de "El Imparcial"
     Martín Cerezo, haciendo caso de los manuales militares, creía que los periódicos que les llevaban eran hábiles falsificaciones y todos los que trataban de negociar con él la rendición eran impostores al servicio del enemigo, por eso, trataba de ganar tiempo para preparar una huida a través de la frondosa vegetación filipina. Aunque un hecho, tras la visita del teniente coronel Aguilar, desencadenaría el final de tan heroica resistencia. Éste les había dejado unos ejemplares del diario "El Imparcial", fruto de la casualidad, Martín Cerezo leyó en uno de ellos una reseña donde se anunciaba que el teniente Díaz Navarro, amigo de Cerezo, se trasladaba a Málaga. Esta noticia no tendría más importancia sino fuera porque Díaz le había comentado a Cerezo que al finalizar la guerra, pediría traslado a Málaga para vivir con su novia. Martín Cerezo se dio cuenta entonces que todo era cierto, la guerra había finalizado y era inútil resistir en el fuerte de Baler. Ese 2 de junio de 1899 se ponía fin al asedio. Tras unas semanas, llenas de algunos homenajes, el 29 de julio embarcaban de regreso a la patria, llegando a Barcelona el 1 de septiembre. 
     En la actualidad, algunas cosas permanecen de aquel suceso, la iglesia fue reconstruida y declarada lugar histórico, a la misma vez, el 30 de junio fue declarado como "Día de la Amistad Hispano-Filipina" en recuerdo de esta gesta y por ser el día en el que el presidente Aguinaldo declaro a estos soldados españoles como "amigos de Filipinas" y no sus prisioneros. 

sábado, 3 de marzo de 2012

EL DESASTRE DEL 98

Almirante Montojo (1839 - 1917)
     La pérdida de las colonias españolas de ultramar (Cuba, Puerto Rico y las islas Filipinas) fue un duro golpe para España. Las islas eran consideradas como territorio peninsular y su independencia ponía fin al viejo imperio español que databa de la época del descubrimiento de América (1492) y que se había visto mermado a principios del siglo XIX cuando, durante la "Guerra de la Independencia" (1808 - 1814), muchos territorios de Centroamérica y Sudamérica proclamaron su separación de España. 
Almirante Cervera (1839 - 1909)
     Pero el conocido como "Desastre del 98" fue tal porque vino precedido de sendas derrotas militares ante las fuerzas navales de los Estados Unidos de Norteamérica. La primera de ellas se produjo en Manila y fue la "Batalla de Cavite" (01-05-1898). Allí, el almirante Patricio Montojo, tal y como había pronosticado,  contempló como su anticuada flota era aniquilada por la escuadra del comodoro George Dewey. Montojo planteó una defensa feroz y, a la postre, inútil, pero su adversario llegó a reconocerle años después que se había defendido de forma muy dura. 
Crucero "Almirante Oquendo"
     La segunda de las derrotas se produjo en Santiago de Cuba el día 3 de julio de 1898, cuando cercado por una fuerza superior y ante la proximidad de las tropas americanas desembarcadas en Guantánamo, el almirante Pascual Cervera decidió hacerse a la mar y plantar batalla a la escuadra del almirante Sampson. Dando una lección de bravura militar y al mando de los cruceros Cristóbal Colón, Infanta María Teresa, Vizcaya, Almirante Oquendo y de los destructores Furor y Plutón atravesó, de uno en uno, la estrecha bocana que daba acceso a la bahía de Santiago de Cuba y salió a mar abierto donde fue objeto del fuego combinado de los navíos estadounidenses. Sólo el "Plutón" fue hundido por los disparos, los demás barcos, muy dañados y ante la imposibilidad de escapar, fueron embarrancados cerca de las playas por sus capitanes para impedir que cayeran en poder del enemigo. 
Restos del crucero "Almirante Oquendo" en la actualidad
Más de 100 años después, en esos mismos lugares continúan durmiendo el sueño de los justos con sus fantasmales cañones mirando al cielo caribeño, siendo una atracción para los turistas. 
     Cuando las noticias del desastre naval fueron conocidas en la península, una fuerte sensación de pesimismo se extendió entre la población. En ese momento se apeló a la famosa frase que décadas atrás había utilizado el almirante Casto Méndez Núñez: "Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra".