Primera acuñación de pesetas |
Continuando con la lúgubre evocación de la muerte que preside este mes de noviembre, no puedo dejar de recordar a un importante elemento de nuestra vida cotidiana que nos dejó hace diez años. El 21 de noviembre de 2001, con la impresión de los últimos billetes de 10.000, se certificaba el triste fallecimiento de la Peseta. La unidad monetaria que nos acompañó desde 1868 hasta 2002. Aunque se habían acuñado piezas con la denominación de peseta con anterioridad, no fue hasta la revolución de 1868, conocida como "la Gloriosa", cuando el recién creado Gobierno Provisional presidido por el general Serrano, y más concretamente su ministro de Hacienda Laureano Figuerola firmó el decreto de 19 de octubre de 1868 en el que se implantaba la exclusividad de la peseta.
Billete de 10 ptas. de la II República (1935) |
La primera moneda acuñada data de 1869, representaba a Hispania tendida entre los Pirineos y el Peñón de Gibraltar. Con posterioridad vinieron muchas más que sobrevivieron durante 4 reinados, 2 repúblicas, 2 dictaduras y una guerra civil que hizo que existieran dos pesetas, la nacional y la republicana. También las hubo rubias, cubanas, guineanas y hasta saharianas.
Su triste y ecológico final les llegó en forma de reciclaje, terminaron convertidas en barriles de cerveza, hélices de barcos o abono para plantas en el caso del papel moneda. Aún así, el Banco de España estima que los españoles conservamos todavía 282.523 millones de pesetas sin cambiar a euros. Eso demuestra que, en ocasiones, al dinero también van unidos sentimientos.
P.D.: Para los más jóvenes que estaréis menos familiarizados con ellas, aquí os dejo la equivalencia: 1 € = 166,386 ptas., 6 € = 1.000 ptas., 12 € = 2.000 ptas., 30 € = 5.000 ptas., 60 € = 10.000 ptas.