domingo, 25 de noviembre de 2012

¡ADIÓS PESETA, ADIÓS!

Primera acuñación de pesetas
     Continuando con la lúgubre evocación de la muerte que preside este mes de noviembre, no puedo dejar de recordar a un importante elemento de nuestra vida cotidiana que nos dejó hace diez años. El 21 de noviembre de 2001, con la impresión de los últimos billetes de 10.000, se certificaba el triste fallecimiento de la Peseta. La unidad monetaria que nos acompañó desde 1868 hasta 2002. Aunque se habían acuñado piezas con la denominación de peseta con anterioridad, no fue hasta la revolución de 1868, conocida como "la Gloriosa", cuando el recién creado Gobierno Provisional presidido por el general Serrano, y más concretamente su ministro de Hacienda Laureano Figuerola firmó el decreto de 19 de octubre de 1868 en el que se implantaba la exclusividad de la peseta. 
Billete de 10 ptas. de la II República (1935)
     La primera moneda acuñada data de 1869, representaba a Hispania tendida entre los Pirineos y el Peñón de Gibraltar. Con posterioridad vinieron muchas más que sobrevivieron durante 4 reinados, 2 repúblicas, 2 dictaduras y una guerra civil que hizo que existieran dos pesetas, la nacional y la republicana. También las hubo rubias, cubanas, guineanas y hasta saharianas. 
     Su triste y ecológico final les llegó en forma de reciclaje, terminaron convertidas en barriles de cerveza, hélices de barcos o abono para plantas en el caso del papel moneda. Aún así, el Banco de España estima que los españoles conservamos todavía 282.523 millones de pesetas sin cambiar a euros. Eso demuestra que, en ocasiones, al dinero también van unidos sentimientos. 
Últimos billetes de pesetas y primeros de euros. De 1979 a 1985 circularon
billetes con la cara de famosos escritores españoles
(Leopoldo "Alas" Clarín en 200 ptas., Rosalía de Castro en 500 ptas.,
Benito Pérez Galdós en 1000 ptas., Juan Ramón Jiménez en 2000 ptas. y
Juan Carlos I en los de 5000 y 10000 ptas.)
La última serie desde 1992 la protagonizaron los descubridores de
América (Hernán Cortés y Francisco Pizarro en 1000 ptas.,
José Celestino Mutis en 2000 ptas. y Cristóbal Colón en 5000 ptas.). 
     P.D.: Para los más jóvenes que estaréis menos familiarizados con ellas, aquí os dejo la equivalencia: 1 € = 166,386 ptas., 6 € = 1.000 ptas., 12 € = 2.000 ptas., 30 € = 5.000 ptas., 60 € = 10.000 ptas. 

martes, 20 de noviembre de 2012

¡ESPAÑOLES! FRANCO HA MUERTO

     Tal día como hoy, muchos historiadores no pueden dejar de mirar atrás al tiempo más reciente y recordar que otro personaje histórico pasaba a engrosar la lista de fallecidos en este mes. Un 20 de noviembre de 1975 fallecía el anterior Jefe del Estado, el general Francisco Franco. 
     Mucha incertidumbre se cernía sobre nuestro país en esos históricos momentos. El régimen político surgido de la Guerra Civil (1936 - 1939) finalizaba con la muerte del general que había presidido el gobierno durante casi 40 años de dictadura, y aunque Franco afirmaba haberlo dejado todo atado y bien atado, la realidad es que el país cambió muchísimo en los años posteriores a su muerte. 
     Como muchos otros acontecimientos históricos, la muerte de Franco estuvo sumida en muchas especulaciones, una de ellas afirmaba que el anuncio de su óbito se retrasó hasta el día 20 para hacerlo coincidir con el aniversario del fusilamiento del líder y fundador de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera. 
     Sea como fuera, el presidente del gobierno Carlos Arias Navarro, vestido de luto, anunciaba por televisión lo que ya se intuía. Entre lágrimas y titubeos pronunciaba una escueta frase que pasaría a la posteridad: "¡Españoles! Franco ha muerto". La capilla ardiente se instaló en el Palacio Real de Madrid, ante ella se formaron kilométricas colas para contemplar el cadáver, ya fuera por devoción o por curiosidad. Tras las honras fúnebres, el cuerpo del Caudillo fue trasladado al Valle de los Caídos, su magno mausoleo mortuorio en la sierra madrileña, construido con el esfuerzo de miles de prisioneros durante la posguerra civil. Allí reposan sus restos, por el momento, acompañados de los de José Antonio Primo de Rivera. 

jueves, 8 de noviembre de 2012

FOTOGRAFÍA DE DIFUNTOS

Ejemplo de fotografía post mortem
     Ahora que tenemos recién comenzado el mes de noviembre, un mes que tradicionalmente se inicia con el recuerdo a los difuntos, me venía a la memoria una de las costumbres más extrañas, por llamarla de alguna manera, que tenían las gentes del siglo XIX. Se trata de la conocida como fotografía de difuntos ó fotografía post mortem
     Aquellos que hayáis visto la película Los Otros (2001) de Alejandro Amenábar, sabréis de qué va el tema. Consistía en vestir el cadáver del recién fallecido con sus propias ropas, simulando que estuviera vivo posando para el fotógrafo o dormido, y así retratarlo al lado de sus parientes, amigos o en solitario a modo de recuerdo. Hoy en día nos parece una práctica un poco inusual, quizá hasta desagradable, macabra o repulsiva, pero debemos entender que en el siglo XIX la concepción que existía de la muerte era bastante diferente a la actual.
     Por entonces, la muerte no tenía tanto carácter de ruptura como en la actualidad, quizá también porque las tasas de mortalidad eran superiores y las pérdidas humanas más frecuentes. Tal vez por eso, no sería tan extraño que unos padres que perdieran a su hijo recién nacido, quisieran tener un recuerdo fugaz de él, o que una familia en la que fallecía su patriarca, deseara posar todos unidos junto a él como si estuvieran disfrutando de un día campestre.