"Batalla de Rande" (23-X-1702) |
Hablaba hace unos días en mi clase del comercio con América durante el siglo XVIII e hice referencia a las flotas que anualmente cruzaban el Atlántico cargadas de oro y plata. Cuando mencionaba los peligros a los que se enfrentaban aquellos marinos, la piratería o las tempestades entre otros, recordé el episodio conocido como "Batalla de Rande" o "Batalla de Vigo", acaecido en 1702.
Ese año, se estaba produciendo la "Guerra de Sucesión" (1700 - 1713), un suceso bélico que enfrentó a castellanos y franceses contra austríacos, británicos y holandeses que contaban con apoyo de Cataluña, y que terminaría poniendo en el trono de España a Felipe V de Borbón (nieto del rey francés Luis XIV).
A finales del mes de septiembre, la flota americana escoltada por navíos de guerra españoles y franceses alcanzó la ría de Vigo, en lugar de dirigirse a Sevilla, puerto de entrada y de salida de todo el comercio con América. Por otro lado, la flota anglo-holandesa comandada por el almirante británico Sir George Rooke descubrió que las riquezas que esos barcos portaban se encontraban en Galicia y decidieron presentar batalla en la misma ría de Vigo con la intención de hacerse con el botín de metales preciosos.
El 23 de octubre de 1702 comenzaron las hostilidades, marcadas por la superioridad de holandeses e ingleses y la mala disposición para la defensa de los barcos españoles y franceses. Cuando las defensas dispuestas por los franceses cedieron, los anglo-holandeses tenían el paso libre para hacerse con el preciado cargamento, sólo que el almirante español Manuel de Velasco y Tejada ordenó el hundimiento de sus barcos, que aún conservaban su carga en las bodegas. Los británicos consiguieron capturar algunas naves, pero otras se fueron a pique conservando intacto tan suculento tesoro.
La tripulación del "Nautilus" extrae el oro de Rande |
Mucho se ha especulado desde entonces con el emplazamiento de los pecios de aquella derrota naval. Incluso la literatura se hizo eco, el famoso novelista Julio Verne en su obra "Veinte mil leguas de viaje submarino" cuenta como el capitán Nemo se aprovisionaba de oro y plata procedente de aquella batalla y que recogía para sufragar sus gastos.
En la actualidad continúa la exploración por medio de sonar y otras modernas técnicas para localizar y catalogar adecuadamente dichas naves, aunque se prevé que será una dura labor debido al fango acumulado en estos tres siglos sobre los naufragios. Igualmente se pretenden exponer en un museo los posibles restos que puedan ser encontrados y extraídos de las profundidades.
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