La literatura, ese arte de escribir que nos ofrece la posibilidad de sumergirnos en mundos que no conocimos o de vivir en primera persona aventuras extraordinarias, nos da un buen ejemplo de personajes fugaces que disfrutaron de su momento de éxito y no volvieron jamás, pero también de personajes que periódicamente regresan con más fuerza de la que fueron concebidos por sus autores. Una prueba de esto es el caso de Sherlock Holmes, el perspicaz detective creado por Sir Arthur Conan Doyle.
En estos días podemos ver la segunda parte de sus aventuras en el cine, en la piel de Robert Downey Jr. (Sherlock Holmes) y Jude Law (Dr. John Watson), veremos desfilar por la gran pantalla a varios de los personajes creados en su día por Doyle, son los casos de Irene Adler, Mycroft Holmes ó el profesor James Moriarty, entre otros.
Benedict Cumberbatch y Martin Freeman (Holmes y Watson) en TV |
Por otro lado, la televisión nos proporciona una versión mucho más futurista, actualizada al siglo XXI, de los casos del genial detective. Producida por la BBC, la podemos seguir en Antena 3.
Al hilo de este resurgimiento, la revista "Historia y vida" del mes pasado venía acompañada de un, a priori, interesante libro. Se trata de "La ciencia de Sherlock Holmes" (Ed. Planeta, 2010), de la historiadora y articulista de "The New York Times" E. J. Wagner, que lleva por subtitulo "Los secretos forenses de los casos más famosos de la historia". Por sus páginas se entremezclan crímenes reales y ficticios del siglo XIX, como la desaparición del doctor George Parkman, el asesino de esposas Kenneth Barlow o el famosísimo Jack el Destripador, todo ello acompañado por las técnicas científicas usadas en la época y que serían la base de los más modernos CSI.
Para los amantes del misterio y el crimen ó los fans de Sherlock Holmes, que se cuentan por millones en todo el mundo, es un momento que no deben desaprovechar, antes de que nuestro personaje regrese a su estudio del 221 B de Baker Street a reponerse de sus intensas peripecias, bajo cuidado de la Sra. Hudson. Todo ello durante un breve lapso de tiempo, pues, como los lectores de Doyle ya saben, la inactividad no beneficia a Sherlock, cuya mente no soporta pasar períodos sin desentrañar complejos misterios, extrayendo rápidas deducciones de pistas que a los no iniciados les resultarían complicadísimas, pero para él son elementales, querido Watson.
Profesor, estoy enganchadísima a esta serie! Qué grande!
ResponderEliminarPues mira que los episodios que trata la serie son modificaciones de las novelas y las historias cortas originales de Sir Arthur Conan Doyle, eso sí, adaptadas al siglo XXI para no desentonar.
ResponderEliminarIncluso han tenido tanto éxito que hasta se han vuelto a publicar nuevas traducciones, haciendo el prólogo los guionistas o productores de la serie, ese detalle no lo recuerdo bien. Lo puedes ver aquí:
http://www.megustaleer.com/ficha/P997110/las-aventuras-de-sherlock-holmes
http://www.megustaleer.com/ficha/EP897325/estudio-en-escarlata
Un saludo Laura!