Llueve. En todo el día no ha parado de hacerlo, vemos como cae un aguacero similar al que muestra esta antigua fotografía tomada en la Plaza de las Tendillas. Con seguridad reconocéis perfectamente el edificio del fondo. Delante de él, en la acera junto al coche, parece intuirse (si no me equivoco) la entrada a los antiguos baños públicos subterráneos que existieron por esa zona.
¡Cómo pasa el tiempo! La fisonomía del lugar ha variado muchísimo a lo largo de los años, sólo pequeñas cosas perviven de nuestro pasado.
Ahora si que no me voy a dejar caer en los balcones del Góngora, ésto me ha abierto los ojos
ResponderEliminarYa os advertíamos que no os echarais, que esos balcones no están para muchos trotes. Recordad la frase que os diría vuestra madre cuando erais pequeños: "Niño/a, eso se mira pero no se toca". ¡Jajajajaja!
ResponderEliminarUn saludo.