jueves, 2 de junio de 2011

JFK: "SOY UN BOLLITO DE CREMA"

     John Fitzgerald Kennedy fue el 35º presidente de los Estados Unidos entre 1961 y 1963. Fue el segundo presidente más joven de la Historia de los EEUU y el primer y único católico en ser elegido, en un país de mayoría protestante. Durante su mandato se produjeron algunas de las crisis más fuertes de la "Guerra Fría". En 1961, la CIA intentó una invasión de la isla de Cuba apoyando y financiando a grupos anticastristas, ese mismo año se produjo también la construcción del muro de Berlín y el inicio de la carrera espacial con la URSS, en 1962 tuvo lugar la famosa "crisis de los misiles cubanos" y en 1963 se produciría el asesinato del presidente en la ciudad de Dallas (Texas) mientras viajaba en un coche descubierto, este hecho convertiría a Kennedy en una leyenda. 
     Se dice que los americanos no tienen familia real, pero tienen a los Kennedy, una familia envuelta en el misterio y el escándalo. Sonada es la posible relación que mantuvo el presidente, reconocido playboy, con la actriz Marilyn Monroe. Tras su muerte, la viuda del presidente, Jackie Kennedy, se casaría con el millonario griego Aristóteles Onassis. Su hermano, Robert Kennedy, quien tanto estuviera a su lado durante la crisis de los misiles, caería asesinado durante un discurso en un hotel de California en 1968, tras anunciar su candidatura a la presidencia del país. En 1999, su hijo John F. Kennedy Jr. fallecería en trágicas circunstancias durante una travesía en el avión que él mismo pilotaba. Todos estos sucesos sumados a otros más, han hecho decir a los más agoreros hablar de "la maldición de los Kennedy". 
     La presidencia de JFK también dio para anécdotas curiosas, durante su visita a Berlín Occidental en julio de 1963, John F. Kennedy pronunció un famoso discurso en el que hacía una comparación entre la frase de la época del Imperio Romano "Civis romanus sum" ("Soy ciudadano romano") con la frase "Ich bin ein berliner" ("Soy berlinés") como muestra de apoyo a aquella población que sobrevivía rodeada del muro construido por los soviéticos. Pues bien, cierta leyenda urbana afirma que semejante afirmación podría traducirse como "Soy un bollito de crema", refiriéndose al famoso "Berliner Pfannkuchen". Juzguen y vean. 

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