martes, 11 de enero de 2011

CURIOSIDADES DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Para empezar, que mejor que utilizar el acontecimiento histórico que más polémica causó y que más libros y debates entre historiadores ha generado desde que ocurrió. Cierto, la Revolución Francesa (1789 - 1801 o 1804). Ya hemos explicado en clase que la cercanía con respecto a estos acontecimientos hace que sea constante la aparición de todo tipo de testimonios históricos de gran valor para conocer cómo fue aquella convulsa época. Ahora podréis verlos y comprobar que las noticias sobre ellos son completamente ciertas.

En clase hemos hablado de algunos, los ordenaré aquí utilizando criterios cronológicos:
1) Aquella mañana del 21 de enero de 1793 la multitud se congregó para ver la ejecución del último rey de Francia. A las 10:22 de la mañana la cuchilla se cobró su vida. Muchos ciudadanos se acercaron al cadalso para hacerse con algún resto. Entre ellos, Maximilien Bourdaloue, que mojó su pañuelo en la sangre y lo guardó en una calabaza que posteriormente sería decorada como podéis ver. Su ADN fue analizado el pasado año.


2) Cuentan las crónicas que Enrique IV no se sentía muy católico (quizá por su tardía conversión al catolicismo en 1593) aquella mañana del 14 de mayo de 1610. Dicen que presagiaba que algo malo podría pasarle y no se equivocó, al enfilar una de las estrechas calles de París, varias carretas atravesadas le impidieron el paso, cuando se bajó de su real carruaje y andaba por la calle, François Ravaillac le propinó dos puñaladas mortales. Moría Enrique IV, apodado el Bueno y sus restos eran sepultados en la Abadía de Saint-Denis junto con todos sus predecesores. Esto no habría pasado de aquí si no fuera porque los jacobinos en 1793 profanaron su tumba y su cuerpo momificado fue guillotinado. Su cuerpo desapareció pero su cabeza se conservó oculta hasta 2010. 


3) El 8 de junio de 1795 murió en la prisión del Temple de París un niño de apenas diez años. Eso no habría sido noticia, pero su nombre era Luis XVII, hijo de los fallecidos reyes Luis XVI y María Antonieta. Philipe-Jean Pelletan fue el médico encargado de hacerle la autopsia. En secreto extrajo el corazón del difunto niño y lo guardó. En el año 2000 se le hicieron pruebas de ADN que confirmaron su autenticidad y en el año 2004 fue enterrado con el resto de los reyes de Francia en la Abadía de Saint-Denis. 


Como veis, un acontecimientos histórico de hace 222 años tiene ramificaciones tan extrañas que alcanza hasta la actualidad. Además, una vez más la realidad puede superar cualquier ficción. 

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